Inaugurado por el entonces jefe de Estado el 19 de febrero de 1949 con capacidad de 240 camas estaba destinado a generales, jefes y oficiales del Ejército.
La edificación sobre terrenos cedidos por el ayuntamiento la llevó a cabo la Dirección General de Fortificaciones y Obras disponiendo de tres plantas y un semisótano. La asistencia sanitaria estaba a cargo de facultativos y de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paül.

Actualmente como Residencia Militar Generalísimo es una residencia para ancianos militares.