Parece que la socarrada neutralidad política de las Fuerzas Armadas no es igual para todos (ni todas). La última semana de agosto, el Ministerio de Defensa anunciaba que abriría una investigación contra un teniente coronel en la reserva que, en un artículo de prensa, se mostraba abiertamente favorable a una eventual intervención militar contra el independentismo en Cataluña, una opción que está perfectamente recogida y regulada en nuestro ordenamiento jurídico constitucional.
El expediente se une así al proceso iniciado días atrás, cuando más de 700 miembros de las Fuerzas Armadas se sumaron y suscribieron un manifiesto público elogiando la figura militar del General Franco. Una cuestión objetiva que, simplemente analizando y valorando su hoja de servicios profesionales, sería Dogma de Fe en cualquier país del mundo. Menos en España.
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