Los 6 ejércitos más poderosos de la historia

Los 6 ejércitos más poderosos de la historia

 

La revista estadounidense 'The National Interest' ha definido cuáles han sido los seis ejércitos más efectivos de la historia. El autor del artículo ha juzgado los ejércitos por su capacidad para ganar batallas y por cómo extendieron su dominación sobre otros Estados. El artículo trata de ejércitos de tierra, ya que solo estos podían lograr este tipo de control y dominación.
"En un sistema anárquico como lo son las relaciones internacionales, el poder militar es la principal moneda nacional. Un Estado puede tener toda la cultura, el arte, la filosofía el esplendor y la gloria del mundo, pero todo eso es vano si el país no cuenta con un poderoso ejército para defenderse. Mao Zedong lo dijo sin rodeos cuando declaró 'el poder nace del fusil'", recuerda el autor del artículo de la revista 'The National Interest', Zachary Keck, al afirmar que los ejércitos son el factor más importante para evaluar el poder relativo de una nación.


Algunos de los ejércitos más poderosos de la historia, teniendo en cuenta su capacidad para ganar batallas con decisión y de manera consistente y la manera como extendieron su dominio sobre otros Estados son:

El ejército romano

El ejército romano conquistó todos los territorios que actualmente se conocen como 'el mundo occidental' en unos pocos siglos. Su principal punto fuerte era la tenacidad, su capacidad para volver y luchar una y otra vez.

El ejército romano incentivaba a sus soldados para que combatieran con vigor y determinación. Para los soldados pobres, la victoria en una guerra significaba concesiones de tierras. Para los propietarios de tierras, significaba conservar lo que ya tenían y obtener riquezas adicionales. Para el Estado romano en su conjunto, la victoria significaba afianzar la seguridad de Roma.


Como resultado de ello, en un lapso de unos 300 años, Roma se expandió y pasó de ser una potencia regional italiana a dominar todo el mar Mediterráneo y las tierras que lo rodeaban. Las legiones, divisiones del ejército romano, estaban compuestas por soldados profesionales que prestaban servicio durante 25 años.

El ejército romano, a pesar de algunos contratiempos, realmente no tenía competidores que lo igualaran en fuerza en los territorios vecinos.

El ejército mongol

Los mongoles, que contaban con un millón de hombres cuando comenzaron sus conquistas en 1206, lograron tomar y subyugar a su imperio la mayor parte de Eurasia en cien años, derrotando a ejércitos y naciones que tenían un número de soldados o habitantes decenas o incluso cientos de veces mayor que los mongoles. Los mongoles eran básicamente una fuerza imparable que surgió aparentemente de la nada para dominar el Medio Oriente, China y Rusia.

El éxito de los mongoles radicaba en muchas estrategias y tácticas empleadas por Gengis Kan, fundador del imperio mongol. El factor más importante era la movilidad de los mongoles y su resistencia. Para empezar, su forma de vida nómada les permitió desplazar numerosos ejércitos a través de vastas distancias en poco tiempo, ya que los mongoles podían vivir de sus rebaños o alimentarse de la sangre de sus caballos.

Las victorias de los mongoles también se basaban en gran medida en el terror, y es por eso que infligían deliberadamente grandes daños y pasaban a cuchillo ciudades enteras de naciones derrotadas, para minar la moral de las futuras generaciones.


El ejército otomano

El ejército otomano, en su apogeo, conquistó la mayor parte de Oriente Medio, los Balcanes y el Norte de África. Conquistó una de las ciudades más fortalecidas e 'impenetrables' del mundo en ese momento, Constantinopla, en 1453. Durante quinientos años, fue esencialmente el único actor en una región dividida anteriormente en decenas de Estados y hasta el siglo XIX logró mantener su posición contra todos sus vecinos. ¿Cómo lo logró?

Además de su organización, el secreto de su éxito fueron los cañones y mosquetes que los otomanos comenzaron a utilizar antes de que sus adversarios, muchos de los cuales todavía luchaban con armas medievales. El 'señor cañón' tomó Constantinopla y derrotó a los persas y a los mamelucos de Egipto.

Una de las principales bazas de los otomanos fue el uso de las unidades de infantería especiales de élite, los llamados jenízaros. Los jenízaros eran entrenados desde la juventud (en su mayoría eran niños cristianos de territorios conquistados) para ser soldados y, por lo tanto, destacaban por su lealtad y efectividad en el campo de batalla.

El ejército de la Alemania nazi

El ejército de Alemania nazi, la Wehrmacht, conmocionó el viejo continente y el resto del mundo cuando invadió la mayor parte de Europa central y occidental en pocos meses. En cierto momento, las fuerzas alemanas nazis incluso parecieron estar a punto de conquistar la enorme y fuerte militarmente Unión Soviética.

Históricamente muy potente y conocido por el profesionalismo de sus oficiales y soldados, el ejército alemán fue capaz de infligir una serie de derrotas a varios Estados haciendo uso del innovador concepto de 'guerra relámpago'. Conocida en alemán como 'Blitzkrieg', la guerra relámpago combinaba las nuevas tecnologías en armamento y comunicación con el efecto sorpresa y la concentración de fuerzas, y fue de una eficacia devastadora.

El ejército soviético

El ejército soviético (conocido como el Ejército Rojo antes de 1946) fue el responsable, más que cualquier otro ejército, de cambiar el curso de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, la batalla de Stalingrado, que terminó con la rendición de todo el sexto ejército alemán, es casi universalmente citada como el punto de inflexión del teatro europeo de la Segunda Guerra Mundial.

La victoria de la Unión Soviética en la guerra no se debía a que los soviéticos poseyeran una tecnología superior (aparte de las armas nucleares) o a su genio militar, afirma Zahary Keck.

Estuvo relacionada más bien con el hecho de que el ejército soviético era un gigante militar, gracias a su enorme tamaño, medido en términos de masa de tierra, población y recursos industriales.

Estados Unidos

Durante gran parte de su historia, los Estados Unidos han evitado mantener un gran ejército permanente, salvo sus potentes fuerzas navales. EE.UU. respetó este modelo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando tuvo que reclutar y formar grandes ejércitos en tiempos de guerra.

La revista adjudica el poderío del ejército estadounidense a su capacidad de desplegar grandes cantidades de fuerza militar de una manera rápida y eficaz.

Aunque no tan grande numéricamente como el de la Unión Soviética, el ejército de Estados Unidos es una fuerza de combate altamente capacitada que opera una tecnología avanzada.

También está respaldado por la mayor potencial naval y aérea que el mundo haya conocido, concluye el artículo.

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