Los hechos ocurrieron en la madrugada del 8 de noviembre de 1942 en el transcurso de la Operación Torch en la que los aliados iniciaron sus acciones sobre el norte de África, la noticia de la presencia de 90 paracaidistas norteamericanos y tres aviones Douglas C-47 tomando posiciones cerca de Melilla fue transmitida inmediatamente al coronel Serrano Montaner jefe del Tercio Gran Capitán de la Legión pronto 800 legionarios los rodearon con la siguiente orden:
"Por el momento no ataquen, pero si ellos empiezan primero, trate de mantenerlos a raya, y si reciben refuerzos acabe con todos; pero si después de las explicaciones, se quedan quietos, espere a que yo llegue. Nada de locuras por nuestra parte".
Una vez rodeados se les acercó el coronel con un sargento como traductor que les transmitió lo siguiente:
"si su intención era atacar a las fuerzas españolas, solo tenían dos opciones, o entregarse como prisioneros desarmados o salir muertos"
El capitán norteamericano optó por rendirse y entregar las armas siendo conducidos al acuartelamiento de la Legión. Allí pudo saber el coronel que el convoy procedía de Inglaterra, que habían sobrevolado territorio español sin utilizar la radio para evitar ser detectados y por error de cálculo habían confundido la laguna de Mar Chica con la de Orán que era su objetivo. El resultado fue que hasta febrero de 1943 en que fueron repatriados estubieron conviviendo en el cuartel los soldados norteamericanos con los legionarios y con los marineros de un submarino alemán que estaba embarrancado desde septiembre también pendientes de ser repatriados (su capitán Albrecht Brandi había conseguido con anterioridad llegar a Alemania). El buen trato hacia los paracaidistas facilitó la visita del general George S. Patton a Larache el lunes 4 de enero de 1943 siendo recibido por el Alto Comisariado de España en Marruecos teniente general Luis Orgaz Yoldi pasando revista a una compañía de honores de gastadores del Tercio Don Juan de Austria tras la cual hicieron una comida entre las personalidades asistentes. Los tres aviones norteamericanos Douglas C-47 más otro B-25 que también por error aterrizó cerca de Melilla acabarían siendo comprados en 1944 e incorporados a la flota de Iberia.
Respuestas